Todos
sabemos de los circuitos energéticos que recorren el cuerpo. La acupuntura trabaja con ellos para
restablecer la salud. De todos ellos hay uno de vital importancia que comienza
en la planta de los pies, y muchos de ellos finalizan o terminan en los laterales
de las uñas. El enraizamiento consiste en desarrollar una conexión de esos
canales con la Tierra.
Con
la práctica y un adecuado entrenamiento, basados en una correcta respiración,
se consigue despertar esa conexión a través de las plantas de los pies, de tal
modo que progresivamente se va estimulando la conectividad de esos canales
energéticos, desarrollándose en profundidad y fortaleza, diversificándose y adentrándose en la Tierra, a modo de raíces,
pero en este caso, no físicas, sino raíces energéticas.
Cuando
se ha conseguido un enraizamiento adecuado, se siente la fuerza de una montaña
y uno se vuelve prácticamente inamovible. Los pies no pisan simplemente el
suelo, sino que parecen como si se expandieran para abrazar mejor la Tierra, abriendo
los canales para que la energía comience a fluir en ambas direcciones.
La
esencia del enraizamiento es la de establecer enlace sólido con nuestro “hogar”,
la Tierra. Física, energética, emocional y mentalmente provenimos de ella y a
ella volveremos. La fuerza telúrica actúa en el practicante de Tai Chi Chuan
como un resorte de amplificación de la energía proyectada hacia ella desde
nuestro Dantien.
Cuando
se medita en ello, se descubre que uno mismo y la Tierra, son lo mismo, que no
existen diferencias significativas, simplemente parte del material de la Tierra
se ha reagrupado temporalmente para forjar ese sueño que es el milagro de la
vida individual manifestada, hasta que ese sueño se diluya.
El
enraizamiento es el reconocimiento de esa unidad, no sólo a nivel mental, sino también
a nivel emocional y energético. Representa la comunión con la fuerza telúrica
de la Madre Tierra, la identificación con ella.
Enraizar
significa buscar tus cimientos, aquello que es inamovible. El árbol se basa en
la raíz para crecer. Debemos buscar nuestras raíces, nuestra esencia original y
crecer desde ella. Cuando una persona basa sus raíces en opiniones, fácilmente
viene el huracán de la vida para tumbarla. Deberíamos ir más allá de las
opiniones, ahondar y buscar lo que existe en lo más profundo nuestro.
En
esta búsqueda se debe de tener mucho cuidado, porque buscamos las raíces y tal
vez lo que hallemos no concuerde con nuestras expectativas. No busques lo que
te gustaría encontrar. Hay que desplegar una cierta valentía porque no sabes lo
que puedes hallar. Siendo sinceros es como únicamente se puede crecer, porque
en esa sinceridad está la garantía de tu imparcialidad. Sólo si encuentras tus
raíces podrás crecer.
Aprende
la técnica del enraizamiento y úsala, jamás te sentirás solo, percibirás la
fuerza de la Madre a través de ti.
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