lunes, 1 de octubre de 2018

LA VOLUNTAD

Se podría definir de manera sencilla como una especie de concentración, pero no solamente a nivel mental, sino más global, una concentración de la acción en su conjunto, integral, que implica utilizar todos los recursos disponibles para la obtención de una meta.

Este aspecto es capaz de desarrollar todos los demás. Es tan importante comprender la esencia invisible de esta variedad de concentración que llamo voluntad, que sin esta aprehensión interna, es prácticamente imposible conseguir nada.

Es complicado establecer unas nociones comunes a través de simples palabras que no llegan a expresar el alma y la esencia de la voluntad. Por este motivo, usaré metáforas y ejemplos afines en otras áreas más asequibles y específicas, donde el margen de mal interpretación sea menor, aunque nunca llegará a ser nulo. Obviemos las etiquetas, una vez que se aprese el sentido de su esencia, cada uno le puede dar la que desee. El frasco no hace cambiar el contenido.

Lo que coloquialmente denominamos voluntad pasa por ser un alto grado de deseo, del querer. Solemos hablar de fuerza de voluntad y por ello entendemos fuerza de empeño para conseguir algo que no tenemos. Voluntad es focalizar la acción en una dirección.

¿Se puede entrenar la voluntad? Inicialmente puede parecer que no, puesto que al ser el motor que empuja todo, si no lo tenemos desde principio, no podríamos usarla ni siquiera para entrenar. Nadie nos puede imponer que la tengamos, pero sí pueden provocar que la hagamos aparecer. Entonces, ¿a qué esperar el estímulo externo para hacerla nacer?

Usamos la voluntad para finalizar unos estudios, conseguir un trabajo, superar una dificultad, etc. Es usando la pequeña voluntad humana, que se aprende a desarrollar su verdadero poder. No nace por imposición, sino por convencimiento interno, va desde dentro hacia fuera.

Luego, en última instancia, vemos que sí se puede educar y hacer crecer.

La verdadera Voluntad tiene tintes de impulso, de bravura, de coraje, pero no se queda aquí. Se lanza a conseguir lo que no tiene, lo que no ve, lo que aún no es. Saca de la zona de confort y lleva a terrenos desconocidos. Su antítesis es la pereza y el conformismo.

También tiene el aroma de la perseverancia, de la resolución, de la firmeza y de la constancia.

Cuando dirige a la mente y a la emoción, como un conjunto indisoluble, se realiza la maravilla de la creación.

La Voluntad usa de la disciplina, sobrevive al tiempo, a las dificultades, a la ignorancia, lo traspasa todo para conseguir su finalidad.

La mayoría de los seres humanos aún no la hemos despertado en su verdadera dimensión, tenemos voluntades pequeñas que se suelen torcer con el primer revés de la vida. La real Voluntad yace dormida en lo más profundo de nuestra esencia y una vez que se activa nada puede desviarla.

Más que entrenarla, lo que cabe es despertarla y fortalecerla comenzando desde nuestra pequeña voluntad humana. Cuando decidimos poner en marcha la voluntad hemos de hacerlo invocando la armonía con el resto de seres, no debiéramos caer en la tiranía de imponer nuestra voluntad al resto del mundo, rompiendo los planes y esquemas que ya estén en curso para otras partes del universo, debemos evitar chocar con otras voluntades puestas en acción, es necesario encontrar la sintonía y la armonía con las de los demás.

Una vez sincronizada nuestra voluntad con la vida, deberíamos vivir la realidad de que ya no hay vuelta atrás, las demás opciones desaparecieron, tu vida ya ha cambiado y no volverá a ser la misma, sin apego a lo anterior, libérate con la fuerza de saber que lo vas a conseguir con toda seguridad, porque ahora ya estás usando la fuerza del universo en armonía con el resto de seres.

La Voluntad funciona como un imán que alinea todo nuestro ser en pos del objetivo que hay tras ella.

Al no poderse imponer a nadie que tenga voluntad, la labor consiste en hacerla surgir de forma natural desde dentro. De no ser así, estaríamos intentando obtener una imagen holográfica de la voluntad a través de elementos como la disciplina. Es muy diferente que la disciplina tire inicialmente para invocar el nacimiento de la verdadera reina, la Voluntad, a que ésta tire de la disciplina para poder cumplir su objetivo. Lo primero puede sucumbir, lo segundo tiene el éxito asegurado.

Quien se acerca al mundo del Tai Chi Chuan, normalmente no lo hace por voluntad, sino por probar. Si algo de este maravilloso mundo le llega a tocar su fibra interna, entonces se impone una disciplina de horario y esfuerzo. Como esto por sí solo tampoco es válido, necesita echar mano del aspecto perseverancia y constancia en el tiempo. Si se profundiza lo necesario con estos elementos es posible despertar alguna vez la verdadera Voluntad.

En el universo del Tai Chi Chuan, los movimientos y proyecciones se realizan por pura voluntad. La realidad consiste en desarrollar la intención hacia todo aquello que se hace, tanto lanzando el Qi, como esquivándolo, ya sea alzándolo, girándolo o hundiéndolo. Todo se ejecuta acoplando la Voluntad a la esencia de cada momento, unificándolo en un todo armónico y sin fisuras. Voluntad en recrear la Esencia. Nada se hace por rutina, nunca se realiza por cumplir con el patrón de movimientos del estilo que practiquemos.

Antes, se podría decir que la práctica de este Arte era un pasatiempo, ahora ya no, porque la Voluntad lo ha atravesado por completo y lo ha alineado todo, desde el cuerpo, la respiración, las emociones, la mente, su forma de vida, de conexión con los demás, de alimentarse, de descansar, etc.. Todo está imantado por la Voluntad..

La Voluntad y la verdadera Aspiración van de la mano. Busca tu Anhelo dentro de ti, haz silencio y deja de oír lo que te dicen desde fuera, deja de oír también lo que tus pensamientos te dicen, sigue sólo a tu Conciencia. Mantén silencio hasta que aparezca la Aspiración de tu vida, refulgente como un sol que da sentido a tu existencia.

Cuando se atisba la real naturaleza de la esencia de la Voluntad, percibimos que tiene una fuerza más allá de lo humanamente comprensible.

Esa fuerza, cuando la enfocamos mediante la adecuada atención y la correcta concentración, produce maravillas, transforma tu ser, trasmuta el mundo y el universo que te rodea.

Medita y conecta con la esencia de la Voluntad, aprenderás a usar su fuerza y verás que no es de este mundo, que es mucho más fuerte que tú y proviene de las profundidades del universo.

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